El proceso afecta a tu rendimiento y a otras funciones de manera progresiva, en función del porcentaje de líquido perdido respecto de tu peso:
¿Qué puede ocurrir si estás deshidratado?
Sentir sed es algo que todo el mundo identifica, sin embargo un ligero dolor de cabeza puede ser uno de esos síntomas de deshidratación que pasamos por alto. Se impone una hidratación rápida y efectiva para compensar lo antes posible la pérdida de fluidos. Los líquidos isotónicos son los recomendados por los expertos para hidratarse durante y después del deporte.
Todos los líquidos hidratan, pero en función de la concentración de sustancias que tengan disueltas el efecto es diferente en nuestro cuerpo, por lo que su eficacia en la rehidratación varía. Según las distintas concentraciones, los líquidos puedes ser hipotónicos, isotónicos o hipertónicos.
Su concentración en sustancias diluidas es menor a la del plasma sanguíneo.
Su concentración en sustancias diluidas es muy similar a la del plasma sanguíneo.
Su concentración en sustancias diluidas es mayor a la del plasma sanguíneo.
Cuando tomas un líquido muy concentrado, hipertónico, el agua de tus células sale para compensar la alta concentración exterior.
El resultado es una deshidratación hipertónica.
Si la concentración es baja, hipotónico, el movimiento del agua extracelular es hacia el interior de la célula, que se hincha, con el resultado de una deshidratación hipotónica.
Al tener una concentración similar de sustancias disueltas, el intercambio de agua y sustancias está equilibrado y la hidratación es óptima.